viernes, 21 de agosto de 2009

Por: Carlos A. Lozano Guillén Mirador VOZ Ed. 2505 de 2009Aunque según el general Freddy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares, el apremio sobre el comandante de las FARC-EP, Alfonso Cano, es enorme y no hay un minuto de tregua en la persecución de la Fuerza Pública, el jefe guerrillero sacó el tiempo y la tranquilidad para llamar desde su teléfono satelital a monseñor Darío Castrillón al Vaticano, según lo reveló el propio purpurado, y también hasta para sentarse, con la mayor comodidad, a responder un largo cuestionario, vía internet, que le hizo llegar la revista Cambio y que ésta publicó en la edición de la semana pasada.La entrevista ha sido tema de análisis de politólogos y especialistas en el conflicto colombiano, así como de numerosos comentarios de prensa, con mayor razón cuando se trata de las primeras declaraciones de Alfonso Cano a un medio de comunicación colombiano. El presidente Uribe Vélez, en su particular “dialéctica de las pistolas”, con toda seguridad sin leer la entrevista, decidió arremeter contra el comandante guerrillero, porque “No podemos convertir a los criminales en legítimos contradictores. Esos bandidos pasarán de sus escondites y su protagonismo mediático a la cárcel”. Algo muy propio del que no tiene ideas para justificar sus políticas guerreristas y violentas. Siga..

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