viernes, 21 de agosto de 2009

Hacia un nuevo PoloTomado de SemanaMartes 8 de marzo de 2005 //-->
En momentos en que la izquierda avanza en toda América Latina, la de Colombia está mucho más unida de lo que se sabe.
Bogotá.- Hasta hace muy poco era impensable que una fuerza política de izquierda en Colombia pudiera competir de igual a igual con los partidos tradicionales. El éxito del M-19 en la Constituyente del 91 fue flor de un día, y los triunfos de los Garzón -Angelino y Luis Eduardo- en octubre de 2003 no fueron suficientes para enterrar el escepticismo que generan la falta de claridad ideológica o la ausencia de una organización política con presencia nacional.
Sin embargo, son tan profundos los cambios que se están produciendo en la política, que se pueden plantear hipótesis mucho más audaces sobre el nuevo papel de la izquierda. Por ejemplo, que está en capacidad de construir la lista de más votos al Senado en las elecciones de marzo de 2006, por encima del liberalismo oficialista. Con discreción y prudencia, se cocina una alianza entre el Polo Democrático Independiente (PDI) y la bancada de Alternativa Democrática (AD) -que coordina el senador Carlos Gaviria-, cuya trascendencia no ha sido captada en toda su dimensión.
Los acercamientos entre ambos grupos se habían dado desde el año pasado. Pero desde hace un mes adquirieron una nueva dinámica que podría conducir a escenarios mucho más ambiciosos que los que contemplaban inicialmente sus protagonistas. El 8 de febrero, Samuel Moreno -presidente del PDI- le envió una carta al senador Gaviria en la que le propone construir un acuerdo programático común y elegir un candidato único a la Presidencia. La respuesta de AD fue mucho más lejos de lo que esperaban las directivas del Polo: "Les proponemos una unidad total, que requiere de un diálogo cuidadoso que debería comenzar lo más pronto posible", señaló Gaviria en la misiva.
¿Unidad total? En las reuniones que se han llevado a cabo hasta el momento se ha podido darle un contenido real a este término tan ambicioso y vacío a la vez: más allá de la unidad programática y de una alianza para apoyar un mismo candidato presidencial, implica la fusión organizativa (estatutos, jefatura, reglamentos, etc.) y la conformación de listas únicas para el Congreso. Hasta se ha contemplado la posibilidad de crear una organización diferente, con nuevo nombre.
Lo anterior significa que la izquierda anda en busca de algo más que una simple coalición para frenar la reelección del presidente Alvaro Uribe. Porque si bien esta última ha polarizado el país político y ha cohesionado a la oposición, concretar una alianza para convertirse en la principal fuerza parlamentaria del país no puede considerarse un proyecto de corto plazo. "Elaborar listas únicas es un reto mayor, significa tener una personería jurídica compartida y una organización política que trabaje a largo plazo", afirma el senador Antonio Navarro, líder del PDI.
Es claro que el proyecto es ambicioso y de largo alcance. Lo que habría que ver es si la factibilidad del plan es comparable con la voluntad de sus gestores. Hay algunos elementos que invitan al optimismo. La mayoría de los miembros de AD y del PDI ya han compartido objetivos políticos en el pasado: la candidatura presidencial de Luis Eduardo Garzón en 2002 y la victoria en la alcaldía de Bogotá en 2003. Se podría decir que, más que una idea nueva, la alianza en gestación es un regreso al Polo original. Solo que esta vez se trata de construir algo más sólido, con la presencia de otros movimientos, organizaciones sociales y políticas independientes.
Esta gran convergencia además va en la misma dirección hacia donde están soplando vientos del sur, en América Latina, donde se está produciendo un giro histórico hacia la izquierda. Esta semana en Uruguay se posesionó Tabaré Vásquez como presidente, un hecho inédito en la tradición bipartidista de ese país. Se suma, en sus países vecinos, a Néstor Kirchner en Argentina y Lula da Silva en Brasil. Hay denominadores comunes entre estos líderes, lejanos al populismo y flexibles ante la ortodoxia del FMI, que ya hablan de una integración entre sus proyectos.
Y aunque hay elementos coyunturales -como la reelección de Uribe o la precipitada propuesta de revocatoria de Lucho Garzón- que facilitan los acercamientos, hay otros aún más importantes. Como las nuevas reglas de juego impuestas por la reforma política de 2003 que obligan a los candidatos a agruparse bajo la sombra de partidos consolidados. Esta es la tonada predominante hoy en todos los puntos del espectro político, y no habría razón para que no fuese igual en la izquierda.
Nada de lo anterior, sin embargo, superará los obstáculos que también hay en el camino del nuevo proyecto. Por ahora hay coincidencias sobre la manera de escoger al candidato presidencial: una consulta popular en la que participarían Samuel Moreno, Antonio Navarro y Carlos Gaviria. Este último había lanzado su candidatura el año pasado, pero hoy considera que "la consolidación de una fuerza de izquierda democrática sería un hecho histórico, y haber ayudado a esto sería mi máxima satisfacción política".
Pero más que un buen candidato, la alianza necesita figuras visibles y populares que ayuden a impulsar las listas al Senado y a la Cámara. Las que provienen del M-19 quedaron debilitadas después de la polémica con el presidente Uribe sobre el Palacio de Justicia. En otros miembros naturales de la alianza, como el Moir y el Partido Comunista, no hay cuadros conocidos a escala nacional. Y está el enigmático Antanas Mockus. Un candidato con prestigio, sin votos amarrados y con algunas coincidencias con el Polo, pero que subestima la importancia de la organización política para las elecciones. "Mockus es como el llanero solitario -suele decir Antonio Navarro-, pero sin el indio ni el caballo". Por eso en el Polo y en Alternativa Democrática consideran que el ex alcalde ha sido muy resbaladizo a la hora de sentarse a dibujar un mapa de ruta. En otras palabras, no muy dispuesto a jugar a las alianzas y mucho menos a participar en una consulta.
El otro gran escollo está en el campo ideológico. En el Polo y en Alternativa Democrática conviven visiones de corte radical, como la de Gustavo Petro o Jorge Robledo (del Moir), más cercanas a la otra izquierda del continente -la de Castro, Chávez y Evo Morales-, con otras de tendencia reformista que consideran que la viabilidad futura depende de conservar el centro-izquierda. Por ahora, los dirigentes consideran que la unidad se puede mantener con base en un acuerdo de cuatro puntos: la defensa de la Constitución de 1991, el impulso a un nacionalismo moderno, un enfoque alternativo a la actual política de seguridad y la lucha contra el clientelismo y la politiquería. ¿Servirá esta fórmula como blindaje al canibalismo ideológico de otras épocas?
Por ahora, las conversaciones entre los delegados del PDI y AD siguen adelante. Este martes tendrán otra reunión en la que definirán los criterios para armar las listas al Congreso y unir ambas organizaciones. Para ello han nombrado una comisión en la que están presentes miembros de los movimientos que forman parte de la bancada de Alternativa Democrática: Opción 7, el Moir, la Alianza Social Indígena y el Movimiento Ciudadano, entre otros.
La idea es que a la convención del Polo, que se llevará a cabo la primera semana de junio -estratégicamente fijada una semana antes del Congreso Liberal-, los comisionarios lleguen con propuestas concretas. Estas incluirán la presentación de las candidaturas, de las reglas de juego de la consulta e incluso del nombre que llevaría la alianza. Lo del bautizo tampoco es tan simple, y para sellar la unión entre AD y el Polo ya se mencionan opciones como ’Polo Alternativo’.
Lo cierto es que más allá de la definición de las minucias electorales, y de que este sea un momento indicado para las alianzas, difícilmente podrá haber una coyuntura más favorable para hacer de la izquierda democrática un proyecto renovado y durable. Lo que no deja de ser una paradoja en momentos en que se volvió lugar común decir que el país se derechizó con la llegada de Álvaro Uribe al poder.
Es “libertad” de Juanes cantar en la Plaza de la Revolución en Cuba: Polo Democratico Alternativo Viernes 14 de agosto de 2009 //-->
El Polo Democrático se pronunció al polémico tema que ya cuenta con alcances Políticos, sobre el concierto que organiza Juanes en Cuba.
Juanes le ha dicho a los medios de diferentes países americanos que “ir a Cuba es un símbolo de que es tiempo de Cambiar”
La decisión del Cantante Colombiano Juanes, de realizar un concierto por la paz en Cuba, y más en la plaza de la revolución, ha creado una fuerte oposición para el exilio Cubano que no acepta que se haga un concierto, donde según ellos, no existe libertad.
El Partido Polo Democrático Alternativo se ha pronunciado frente a esta polémica que ha tomado un tinte Político Internacional, aduciendo que es libertad del artista Colombiano de cantar en cualquier plaza pública, además que es por una buena causa: La paz del planeta.
“En esa Plaza de la Revolución en Cuba, ha estado el Papa Juan Pablo II, entonces no vemos por que razón no puede estar un artista cuyo fin benéfico es buscar la Paz y la tolerancia entre las naciones”.
Por su parte Juanes, dijo en el programa de televisión Aquí y Ahora, de la cadena estadounidense Univisión, que ir a Cuba es un símbolo de que es tiempo de cambiar las mentes, una oportunidad de decirle al mundo que las "personas tienen que cambiar",
En Miami, lideres del exilio Cubano están convocando a una destrucción de los discos del cantante antioqueño en protesta por dicho concierto. Sin embargo, cientos de colombianos han expresado su rechazo a estos actos, que lo único que incitan es a la violencia.
Ha este concierto por la Paz organizado por los autores de A Dios le pido y La camisa negra, tendrá lugar en La Habana el próximo 20 de septiembre y asistirán artistas de Estados Unidos, España, Venezuela, México, Puerto Rico y Argentina.
Jueves 13 de agosto de 2009, por Juan Roque - MOPASSOL-Inredh
Apenas unos días antes de dejar el gobierno, en una ceremonia en la Casa Blanca, el entonces presidente George W. Bush, le otorgó al presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez la distinción civil más alta que puede otorgar el Presidente de Estados Unidos. “Honramos a Álvaro Uribe Vélez por su compromiso con la libertad, la democracia y el Estado de Derecho”, acto seguido el Gobierno norteamericano le entregó la Medalla de la Libertad.
Con la nueva administración del presidente Obama, Uribe se propuso intensificar los lazos con Estados Unidos; para ello propuso cinco iniciativas: reforzar la lucha contra el narcotráfico, profundizar la lucha contra el lavado de dinero, luchar contra la corrupción y una reforma jurídica para luchar contra el narco lavado. Casi la agenda completa norteamericana para América Latina. Uribe hace honor a la medalla de la libertad.
Y ahora, como todos sabemos, la pata militar hace pié con los acuerdos entre ambos países. ¿Y UNASUR? Queda claro que Colombia está privilegiando la alianza con Estados Unidos y todo parece indicar, intentará, quizás con la ayuda de algún otro país, enfriar la Unión de Naciones del Sur.
Pero quiero enfocarme en el tópico del título.
El convenio entre ambos países establece la presencia de unos 800 militares y otros 600 contratistas.
En América del Sur el término contratista está más bien vinculado a sectores descentralizados que hacen tareas que las grandes empresas e incluso el Estado no puede hacer por diversas razones. Si un gobierno quiere una encuesta o un estudio determinado puede contratar a una empresa para que esta a su vez contrate el personal para ese fin, de esa forma, ante cualquier problema, por ejemplo de índole laboral, el Estado no tendría nada que ver, porque es una cuestión de la empresa contratista con sus contratados, es decir, son actos privados.
Decir que en Colombia 600 contratistas van a ser parte del convenio militar, no quiere decir que serán 600 sociólogos, médicos, antropólogos, etc. Lo que quiere decir el contrato es que serán 600 mercenarios, hombre que se codean con la muerte y la tortura.
Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos tiene cinco fuerzas armadas: Ejército, Armada, Fuerza Aérea, Marines y los Contratistas.
Veamos quiénes son estos contratistas. Jeremy Scahill revela en su libro “Blackwater, el ejército mercenario más poderoso del mundo” que en la mañana del 31 de marzo de 2004 una columna armada norteamericana de la Blackwater ingresaba a Faluya, Irak. Fueron atacados por milicianos rebeldes iraquíes que descargaron sus armas sobre la columna blindada del ejército privado norteamericano.
De inmediato, cuenta Scahill en su libro, más de 300 personas se congregaron en el lugar del ataque y sacaron del interior de los vehículos militares los cuerpos carbonizados y los colgaron de un puente sobre el río Éufrates. La imagen dio la vuelta al mundo. Todo el mundo creía que eran marines, pero no, eran mercenarios. El presidente Bush, que estaba de campaña dijo “Este atajo de asesinos (iraquíes) está intentando minar nuestra voluntad… pero los derrotaremos allí, para no tener que enfrentarlos en nuestro propio país”
Ese grupo mercenario continuó violando todas las leyes y convenciones sobre la guerra porque no respondían a ninguna ley. Al no ser un ejército irregular, una empresa, las leyes no se le pueden aplicar. Soldados norteamericanos han sido acusados y juzgados por asesinato y torturas en Irak, pero el Pentágono no ha sometido a sus numerosas fuerzas privadas a los mismos criterios. Incluso, en 2006, en una reunión de una comisión de investigación del Congreso dedicada a la investigación de los contratistas, el director del Pentágono en esa área, interpelado por la comisión, no supo explicar por qué ningún contratista había sido acusado de ciertos delitos arto demostrado. Pero entones, dice un diputado, “estos contratistas pueden asesinar impunemente cuando quieran porque no parecen estar sujetos a ley alguna y por consiguiente tienen licencia para tomarse la ley en sus manos”
Blackwater ha declarado abiertamente que sus fuerzas están por encima de la ley, sin embargo los contratistas operan bajo un código de conducta redactado por la propia empresa denominada “Asociación Internacional de Operaciones de Paz”. Interesante garantía humanitaria.
Poco tiempo después, el gobierno iraquí se negó a renovar la licencia de Blackwater tras el asesinato de diecisiete iraquíes en la Plaza Nisoor de Bagdad, ocurrido en 2007. No hubo investigación ni juicio, solo un intento de revocación de licencia. Digo intento porque luego la Blackwater, que ahora se denomina ‘Xe’, continuará trabajando en otras zonas de Irak. La empresa Triple Canopy tomará el lugar de Blackwater en Bagdad y se espera que recontrate a muchos de sus viejos guardias.
Como si fuera poco, en julio de este año, estas empresas contratistas han convencido al presidente Obama para que anule una prohibición del Congreso que prohibía a los contratistas estar presentes en las sesiones de interrogatorios a los combatientes enemigos.
¿Queda alguna duda que ahora los contratistas son la quinta fuerza armada de los Estados Unidos? El presidente Uribe, cuando visite a los presidentes de la región ¿explicará los alcances reales del convenio militar con los Estados Unidos o solamente se ceñirá a los aspectos formales?
Sería bueno, muy bueno, que alguna comisión parlamentaria de la oposición colombiana inicie una investigación sobre las tareas que cumplirán los contratistas como así también el marco legal y sus alcances de inmunidad e impunidad.
Ya se dice que las guerras del futuro no serán entre ejércitos regulares o nacionales, serán entre empresas privadas a nombre de terceros países.
¿No es este un tema urgente a debatir en el naciente Consejo de Defensa Sudamericano? Que las empresas contratistas/mercenarias empleen mano de obra latinoamericana es una cosa, pero que ahora ya estén operando en nuestro suelo, parece demasiado.

Este sábado
PSUV llama a movilización nacional en apoyo a la LOE y contra bases militares de EEUUAgosto 20, 2009 - 11:11 (lmorales)

Foto archivo
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La dirigente del PSUV, Vanesa Davies hizo un llamado a organizaciones de oposición a rechazar el convenio militar Colombia - Estados Unidos / Esta actividad se realizará en la AN y todas las plazas Bolívar del país este sábado, a partir de las 09:00 am
Por medio de Vanesa Davies, coordinadora de comunicación y propaganda, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) llamó a los venezolanos a participar este sábado en una gran movilización en apoyo a la Ley Orgánica de Educación y contra las bases militares estadounidenses que serán instaladas en Colombia.
Informó Davies que la concentración principal se realizará a partir de las 9:00 de la mañana en la Asamblea Nacional (AN), en Caracas, así como en todas las plazas Bolívar del país.
La dirigente del PSUV hizo un llamado a las organizaciones de oposición para que en "pro de la patria" y de la vida de sus militantes se pronuncien en contra de la instalación de las bases estadounidenses en el vecino país.
Dijo la dirigente que en esta actividad están invitados todos los venezolanos, sin importar que sean o no militantes del partido político.
"Queremos vivir en paz, nuestro pueblo quiere paz, por eso nos movilizaremos en contra de las bases militares, que amenazan a Venezuela y a toda América Latina", agregó Davies.
La dirigente del PSUV ratificó que, estas bases no son para la lucha contra el narcotráfico, 'son bases para amenazar a Venezuela, a Ecuador y a todos los gobiernos progresistas de América Latina'.
(VTV/ABN)
Por: Carlos A. Lozano Guillén Mirador VOZ Ed. 2505 de 2009Aunque según el general Freddy Padilla de León, comandante de las Fuerzas Militares, el apremio sobre el comandante de las FARC-EP, Alfonso Cano, es enorme y no hay un minuto de tregua en la persecución de la Fuerza Pública, el jefe guerrillero sacó el tiempo y la tranquilidad para llamar desde su teléfono satelital a monseñor Darío Castrillón al Vaticano, según lo reveló el propio purpurado, y también hasta para sentarse, con la mayor comodidad, a responder un largo cuestionario, vía internet, que le hizo llegar la revista Cambio y que ésta publicó en la edición de la semana pasada.La entrevista ha sido tema de análisis de politólogos y especialistas en el conflicto colombiano, así como de numerosos comentarios de prensa, con mayor razón cuando se trata de las primeras declaraciones de Alfonso Cano a un medio de comunicación colombiano. El presidente Uribe Vélez, en su particular “dialéctica de las pistolas”, con toda seguridad sin leer la entrevista, decidió arremeter contra el comandante guerrillero, porque “No podemos convertir a los criminales en legítimos contradictores. Esos bandidos pasarán de sus escondites y su protagonismo mediático a la cárcel”. Algo muy propio del que no tiene ideas para justificar sus políticas guerreristas y violentas. Siga..
La Cumbre Social y Política se realiza en un momento de importantes definiciones para el presente y futuro democrático en Colombia. Las élites reaccionarias vienen agrupando a diversas vertientes de la política tradicional alrededor de la continuidad del régimen autoritario y guerrerista de la “Seguridad Democrática”. El acuerdo militar que de manera omnímoda le entrega al imperialismo norteamericano siete bases en el territorio nacional, constituye un instrumento político de la reacción para prolongar por un tercer periodo el mandato del presidente Uribe. La profundización de la crisis fronteriza es consecuencia de la extensión del Plan Colombia al Sistema Andino, que con la ubicación de la IV Flota Naval del los EEUU en el mar Caribe, se ciernen como amenaza intervencionista a los procesos de transición democrática en Venezuela y Ecuador.La política orientada a desconocer UNASUR y que ha puesto en crisis las relaciones de convivencia en América Latina es un reflejo de la línea derechista del régimen colombiano actual. La crisis económica ha golpeado de manera sensible amplios sectores sociales y de los trabajadores. La tendencia recesiva en importantes ramas de la producción, la creciente pérdida de puestos de trabajo, la reducción de la demanda, la precarización laboral y el aumento de la pobreza son signos inequívocos del agotamiento del modelo neoliberal y la confianza inversionista. Es la consecuencia de la política que privatiza los servicios públicos esenciales, subasta las empresas nacionales y los recursos naturales a las grandes multinacionales y el capital financiero transnacional. Todo con el único fin de acondicionar al país a la expansión del capital globalizado a través de los tratados de libre comercio, de contratos y concesiones para los megaproyectos que destruyen el medio ambiente y financian el paramilitarismo que expulsa comunidades enteras y pueblos ancestrales de sus territorios milenarios.El desplazamiento forzado, que ya supera los cuatro millones, es una consecuencia de la prolongación de la política contrainsurgente, de carácter permanente que agencia el Estado y con la que confronta el conflicto armado y la rebeldía social de masas. La expropiación violenta de la tierra y la legalización de títulos (gracias a la ley de justica y paz) ha fortalecido el latifundio, mientras que el lucrativo negocio de los agrocombustibles es subsidiado con los recursos públicos. La pequeña producción campesina es asfixiada por el aumento de los costos, la monopolización de los mercados y la competencia desleal. La contra reforma agraria está conduciendo peligrosamente al país al desabastecimiento y la pérdida de la soberanía alimentaria.Este cuadro socio – económico explica el escandaloso crecimiento de las desigualdades en la sociedad colombiana. La acelerada pérdida de los derechos sociales y políticos es producto de la negación mercantilista del acceso universal a la educación, la salud, el trabajo y la vivienda digna. La feroz ofensiva patronalista desatada contra el movimiento sindical está asociada al exterminio físico de dirigentes y organizaciones debilitando su capacidad de respuesta. Colombia demanda con urgencia un cambio político. La premisa para alcanzar la paz democrática y con ella el restablecimiento de los derechos económicos, sociales, políticos y culturales es precisamente derrotar a Uribe y su proyecto político en el 2010. Pero además, es necesario comprender que esto no es posible sin la unidad entre las diversas luchas del pueblo y su intervención en la contienda política electoral a través de la conformación de un bloque alternativo de fuerzas, surgido de una amplia convergencia social y popular en la cual puedan integrarse los partidos y movimientos políticos que se identifiquen con un programa democrático de unidad popular. Sólo a través de la unión de muchas voluntades y propósitos se logrará la fuerza suficiente para derrotar el proyecto de reelección indefinida de la ultraderecha colombiana.Este crisol de la unidad popular puede ser la Cumbre Social y Política si la miramos como un proceso y no como un evento más en Bogotá. No basta entonces con sólo visibilizar las luchas sectoriales y construir una agenda de los movimientos sociales. A estos esfuerzos debe sumarse una apuesta programática unitaria. Por ende, es preciso delinear con claridad los ejes programáticos de la acción llamada a interpelar en la movilización social la política del actual gobierno. Este programa debe propiciar acercamientos con los partidos y movimientos políticos a fin de crear las condiciones para forjar una gran alianza, que permita enfrentar como un gran bloque de oposición al candidato - presidente en la primera vuelta en el 2010. Esto es lo principal en la búsqueda de un cambio en la dirección política y en la composición del poder en Colombia. A continuación aportamos al debate 5 ejes como base programática para la construcción unitaria de una política de alianzas para el movimiento obrero y popular:
1. RECHAZO A LAS BASES MILITARES AL SERVICIO DEL COMANDO SUR, DE LA IV FLOTA, DEL PLAN COLOMBIA, DEL TLC Y EN FAVOR DE LA UNIDAD E INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA. En este sentido es esencial el rechazo a toda forma de intervencionismo militar e injerencia en los asuntos internos, para lo cual es imprescindible la terminación del Plan Colombia y los acuerdos de cooperación militar que involucre la presencia de bases militares extranjeras en el territorio nacional. Colombia no puede seguir aislada de las dinámicas de cambio en el continente. Es preciso promover una política exterior basada en la solidaridad, la amistad, la cooperación, el apoyo mutuo y la construcción de alianzas estratégicas en función de un proyecto de integración emancipadora de los pueblos de nuestra América.2. UNIDAD PARA UN GOBIERNO DEMOCRÁTICO DE AMPLIA CONVERGENCIA Y COALICIÓN POPULAR. Ello implica defender y ampliar las libertades y garantías consagradas en la carta del 91, el pleno respeto de los derechos humanos y de los derechos de los (las) trabajadores (as). Además es necesario impulsar desde abajo y con amplios sectores de la sociedad, un proceso constituyente que permita devolverle el protagonismo a los ciudadanos en los cambios profundos que requiere el país para alcanzar la democracia plena, la justica social y la paz.3. DESMONTE DEL MODELO NEOLIBERAL Y ADOPCIÓN DE UN PROGRAMA DE REFORMAS QUE RECUPERE EL CONTROL SOCIAL SOBRE LOS RECURSOS ESTRATÉGICOS. Es necesario que el nuevo gobierno ponga en marcha un plan de emergencia para la recuperación del empleo digno a partir de la inversión pública con participación de los trabajadores y las comunidades que comprometa la empresa privada. Esta política debe permitir la redistribución del ingreso, la restauración progresiva de los derechos sociales y el reforzamiento de la educación pública de calidad en todos los niveles y territorios del país. Este viraje implica la renuncia al TLC con los EEUU, el control de capitales y cambios, y la reorientación hacia la cooperación económica estratégica en el marco de la unidad e integración latinoamericanas. A lo que deben agregarse medidas de reforma agraria, con restitución de tierras a los refugiados internos, la creación de reservas campesinas, el crédito, la asistencia técnica y el desarrollo de una política de seguridad alimentaria y preservación del medio ambiente.4. ACUERDO NACIONAL DE PAZ QUE PERMITA UNA SOLUCIÓN POLÍTICA Y PACÍFICA DEL CONFLICTO INTERNO. La decisión política de poner fin a la guerra está asociada a las reformas sociales y políticas que permitan superar las causas estructurales de la confrontación armada. Las partes deberán comprometerse al cese de hostilidades para iniciar por vía del diálogo un proceso de negociación que conduzca hacia un tratado de paz justo y democrático, con participación amplia de la sociedad y con plenas garantías para la verdad, justicia, reparación y compromiso de no repetición para las víctimas del conflicto armado en toda su dimensión histórica. Este acuerdo de paz deberá ser ratificado popularmente en un plebiscito. El impulso del intercambio humanitario deber ser un primer paso para avanzar en esta dirección. 5. PLAN NACIONAL Y MULTILATERAL CONTRA LAS DROGAS Y APOYO INTERNACIONAL PARA LA SUSTITUCIÓN DE NARCOECONOMÍAS. Una política efectiva de lucha contra el narcotráfico debe superar como eje central el aspecto de la prohibición. No es con fumigaciones indiscriminadas, la ruina de la pequeña economía campesina y del medio ambiente como se va a romper el círculo vicioso del negocio de estupefacientes. Sólo a través de la recuperación de la producción agrícola, de una reforma agraria que redistribuya la tierra, de subsidios a la producción alimentaria y una apuesta efectiva por una política de paz que permita el retorno al campo, puede lograrse la sustitución de las narcoeconomías y la derrota de los carteles y mafias con todo su poder corruptor de la sociedad y las instituciones del Estado. Aportes del Partido Comunista Colombiano, PCC, a la Cumbre Social y Política. Bogotá D.C. 20 al 22 de agosto de 2009.
Publicado por JAIME CAICEDO TURRIAGO en 9:32 0 comentarios Enlaces a esta entrada
Prensa PCC
Bogotá- La cumbre social y política que se reúne en la capital colombiana con participación de centenares de organizaciones sindicales, comunitarias, indígenas, juveniles, culturales, ambientalistas, políticas de oposición al régimen de Uribe Vélez, aprobará la realización de amplias movilizaciones contra la segunda reelección presidencial y el conjunto de políticas antisociales del mandatario.Alfonso Silva, vocero de la minga social y comunitaria en la cual están como fuerza principal las organizaciones indígenas , informó que propondrán en las 14 mesas de trabajo de la cumbre que culmina el sábado 22 de agosto en el teatro de la Universidad La Salle, fortalecer la agenda nacional aprobada en la reunión de Ibagué en la que establece un gran encuentro de los pueblos el próximo 12 de octubre en el Departamento del Cauca con movimientos de todos los sectores desde distintos lugares del territorio nacional.